Más de 200 vecinos participan en una representación única
Chinchón y su reconocido fervor religioso, vive con mucha intensidad su particular la representación viviente de la Pasión de Cristo, una de las más famosas de la Comunidad y la más antigua ya que se empezó a realizar en el año 1963, como iniciativa de D. Luis Lezama, sacerdote del pueblo.
Este grandioso vía crucis está representado por más de 200 vecinos que recorriendo las calles, convierten por un día la localidad en Jerusalén.
La Pasión de Chinchón tiene lugar el Sábado Santo al anochecer. Podemos decir, que es una de las fechas del año en la que Chinchón recibe más afluencia de visitantes.
Este acto artístico-religioso fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 1980 por el Ministerio de Comercio y Turismo.
Por su majestuosidad y fervor con la que lo viven sus habitantes, invita a presenciarla y contemplar un escenario único, por el paisaje que lo rodea, la Plaza Mayor, y un colorido difícil de igualar. La Pasión se compone de ocho escenas que se realizan en los aledaños de la Plaza.
El acto comienza en el Ayuntamiento. En uno de sus balcones se representa La Última Cena. Más tarde, cuando la noche ha cubierto por completo Chinchón, en la Plaza de San Roque se presenta La Oración de Jesucristo en el huerto y el posterior prendimiento por los romanos.
Poncio Pilatos preside el balcón de una imponente casa en la calle Molinos Baja, y tras la condena a muerte de Cristo, empieza la subida por la calle de la Amargura. Aquí se realiza la primera caída de Jesucristo o Simón el Cireneo, posteriormente se entra en la Plaza Mayor, y se lleva a cabo la segunda caída en la Columna de los Franceses, es el encuentro con la Verónica.
Siguiendo la comitiva por el recorrido muy cerca del tan logrado y trabajado Calvario, se produce la tercera y última caída, el encuentro con su madre: la Virgen María.
Llegamos al Calvario y aquí con una excelente puesta en escena, se le crucifica y se escenifica su muerte.
A continuación llega el momento más esperado por todos, la Resurrección. En la Iglesia de La Asunción, Cristo asciende por su fachada principal envuelto entre humo blanco y palomas. En la Plaza un escalofrío invade a los espectadores.