Está acusada de tres delitos contra la integridad moral por dedicar graves insultos a sus alumnos, menores de edad
La Fiscalía Provincial de Madrid solicita tres años de prisión para una profesora interina que impartía clases en un colegio de la capital y que vejaba a sus alumnos, de entre 15 y 17 años, con calificativos como «cortitos», «anormales», «barriobajeros» o «hijos de puta», entre otros.
El ministerio público imputa tres delitos contra la integridad moral a la mujer, identificada como Adela M.G. y profesora de Matemáticas en el IES Santa Teresa de Jesús.
El Ministerio Público considera que presenta un trastorno de ideas delirantes y de personalidad paranoide «que, aunque no merma su capacidad de juicio y raciocinio, puede ocasionar la presencia de alteraciones emocionales que producen la aparición de alteraciones de conducta y/o comportamiento social inadecuado».
Durante el curso escolar 2016-2017, la acusada se dirigió desde el principio a sus 12 alumnos con expresiones vejatorias, diciendo que estaba dando clase «en el aula de los tontos».
«Incluso les comentaba que solo iba a subir la nota a los que le caían bien o les ponía un parte sin motivo alguno», apunta la Fiscalía, que señala que también faltaba al respeto a los otros profesores delante de sus alumnos.
Según el escrito de acusación, llegó a decir en voz alta que el Jefe de Estudios era un «dictador» o que el profesor de Tecnología era un «gordo guarro», al mismo tiempo que se postulaba como tutora porque la persona que desempeñaba el cargo era una «pelota», «traidora» y «mala persona».
La Fiscalía sostiene que todo ello provocó en los menores una situación de angustia, mientras que Adela M.G. les reprochaba que por su culpa sufría una crisis de ansiedad.
Los estudiantes alertaron a sus padres y, a pesar de que intervino el Director del centro, la profesora, «lejos de deponer su actitud», centró su comportamiento vejatorio en tres alumnos: dos chicas y un chico con un grado de discapacidad sensorial del 37 %.
Delante de todos sus compañeros, llamó al último de esos alumnos «sudaca», «cabrón», «gilipollas» y «drogadicto», y le advirtió de que iba a acabar en la cárcel porque era un desequilibrado mental, llegándole a decir que no se aprovechara de la muerte de su madre, que había fallecido a causa de una sobredosis.
A las otras dos chicas las tachaba de antisistema y les dirigió insultos como «hija de puta», «roja», «anarquista» o «subnormal».
A.M.G. fue detenida en junio del año pasado en Madrid por la Policía Nacional tras la denuncia del alumno con discapacidad, que se presentó con su padre en dependencias policiales.
A su denuncia se sumaron las de otros 11 menores, quienes declararon en comisaría sobre el comportamiento vejatorio de la profesora.