Su doctora le dijo que se había hecho objetora de conciencia y que no podía ayudarla
Una mujer de casi 70 años se ha suicidado en un hotel de Madrid tres llevar meses esperando a que se le aplique la ley de eutanasia, según ha adelantado El País y han confirmado desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente.
La fallecida sufría varias patologías y padecía dolores insoportables que no podía paliar debido a una intolerancia a los analgésicos indicados para ello. Su única esperanza era que se le aplicase la ley de la eutanasia, que entró el vigor el pasado 25 de junio.
Unos días después la mujer solicitó a su doctora del Hospital Gómez Ulla de Madrid que se le aplicase y ésta, en un primer momento, se mostró favorable, pero 48 horas después se declaró objetora de conciencia, por lo que se le asignó otro médico.
Este último facultativo, finalmente, también rechazó su caso. Desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han confirmado que la paciente «fue valorada por otro médico del hospital y consideró que no cumplía los criterios».
Sin embargo, desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente cuestionan esta segunda valoración porque no ha quedado por escrito, como marca el protocolo, y recuerdan que «en todos los casos y en todas las circunstancias tanto si el médico está a favor o está en contra eso tiene que figurar por escrito».
El pasado domingo, día 19, la mujer reservó una habitación en un hotel de Madrid y se quitó la vida. «El silencio ha sido lo peor. Al final ha tenido que irse a un hotel, buscar una sustancia para morir y quitarse la vida como si estuviera haciendo algo malo», lamentan desde la asociación.