Se trata de espacios habilitados y controlados donde poder disfrutar de la naturaleza
En esta temporada Castilla-La Mancha cuenta con un total de 35 zonas de baño de interior autorizadas, correspondientes a 21 municipios e integradas en las demarcaciones hidrográficas del Júcar, Tajo, Guadiana y Guadalquivir.
Como alternativa a otros destinos, la comunidad autónoma ofrece así espacios habilitados y controlados donde se puede disfrutar de la naturaleza y parajes tranquilos de gran belleza, con una extensa red de playas y zonas de baño continentales.
En Guadalajara se agrupan un total de siete zonas de aguas de baño, dos en el río Tajo (Trillo y Zaorejas); tres en el embalse de Entrepeñas (Alocén, Durón y Pareja); una en el embalse de Alcorlo (La Toba) y una en el embalse de Palmaces de Jadraque.
Para proteger la salud de los usuarios de las piscinas y las zonas de baño, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, lleva a cabo el Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo, a través de las secciones responsables de Salud Ambiental y los distritos de Salud Pública.
Este programa permite el control de la calidad de las aguas, las instalaciones y sus entornos. La vigilancia de estos espacios está basada fundamentalmente en la inspección ocular de la playa y el agua, así como la toma de muestras y el análisis de las aguas para determinar los diferentes parámetros exigidos por la normativa vigente, tanto físicos, químicos, biológicos como microbiológicos.
A partir de estos datos la Consejería de Sanidad emite informes sobre la calidad de las aguas, con una periodicidad quincenal hasta que finalice la temporada de baño, el 15 de septiembre. Puedes consultarlo aquí.
La Consejería de Sanidad recomienda a los ciudadanos respetar la señalización existente, así como cuantas indicaciones de advertencia, avisos y peligros que se encuentren instaladas en estos parajes.
Se aconseja, además, tener en cuenta la profundidad de las zonas de baño, que puede variar de un día a otro, por lo que conviene comprobar la distancia al fondo y que no haya elementos sumergidos tales como piedras, árboles, ramas u otros objetos.
Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, y ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para realizar el traslado. En ningún caso se debe transportar al lesionado en un vehículo utilitario.
También es importante no olvidar que las características y dinámica fluvial de estos espacios naturales pueden provocar que el fondo a veces sea inestable o que se creen surcos o pozas de profundidad y comportamiento desconocido.
Ante crecidas del caudal de un río o si la velocidad de la corriente aumenta es preferible evitar el baño. Asimismo, se aconseja prescindir del baño si la corriente es turbulenta, debido a la formación de torbellinos.
La Consejería recuerda que los ayuntamientos son los encargados de mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las playas de las zonas de baño, colocar carteles informativos con las características, infraestructuras y medidas de seguridad, así como de vigilar los posibles puntos de vertido cercano para evitar riesgos y adoptar las medidas de gestión que le requieran las administraciones de salud ambiental.
→ Zonas naturales autorizadas para el baño en Madrid (pincha aquí).